Carlos Fonseca Terán, hijo del cofundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Carlos Fonseca Amador, junto a otros diez miembros de “La Comuna”, cumplen un mes presos y aislados en Nicaragua. Estos activistas fueron detenidos el pasado mes de julio en medio de una ola de represión por parte del gobierno de Daniel Ortega.
La Comuna es un movimiento político y social que nació en el seno del Frente Sandinista, con el objetivo de promover un cambio en el país a través de la participación ciudadana y la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, las autoridades nicaragüenses los acusan de promover la violencia y desestabilizar el orden público.
Desde su detención, Carlos Fonseca Terán y sus compañeros han sido sometidos a un duro régimen de aislamiento en la prisión de El Chipote, conocida por ser un centro de detención donde se han denunciado múltiples violaciones a los derechos humanos. Se les ha negado el acceso a sus abogados, a sus familiares y a la comunicación con el exterior.
Esta situación ha generado preocupación en la comunidad internacional, que ha instado al gobierno de Daniel Ortega a liberar a los detenidos y respetar sus derechos fundamentales. Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado la situación y han pedido que se respete el debido proceso y se garantice un juicio justo para los activistas.
La detención de Carlos Fonseca Terán y los miembros de La Comuna es solo un ejemplo más de la represión que se vive en Nicaragua desde abril de 2018, cuando estallaron protestas contra el gobierno de Daniel Ortega. Miles de personas han sido detenidas, torturadas y desaparecidas en un intento por silenciar cualquier voz crítica.
Es urgente que la comunidad internacional siga presionando para que se respeten los derechos humanos en Nicaragua y se libere a todos los presos políticos. Carlos Fonseca Terán y sus compañeros no deben ser olvidados, su lucha por la libertad y la democracia merece ser reconocida y apoyada.