La recientemente aprobada reforma a la Ley de Seguridad Nacional en México ha causado polémica y generado preocupación entre ciudadanos y defensores de los derechos humanos. Una de las medidas más controvertidas de esta nueva ley es la que permite a la Policía Federal solicitar información telefónica y congelar cuentas bancarias sin necesidad de obtener una orden judicial previa.

Esta polémica medida ha sido criticada por varios sectores de la sociedad, quienes consideran que va en contra de los principios de transparencia y respeto a los derechos individuales. Según la ley, la Policía podrá solicitar información telefónica a los proveedores de servicios de telecomunicaciones sin necesidad de una orden judicial, lo cual representa una clara vulneración a la privacidad de los ciudadanos.

Además, la posibilidad de congelar cuentas bancarias sin orden judicial también ha generado preocupación entre la población, ya que podría dar lugar a posibles abusos por parte de las autoridades. Algunos críticos señalan que esta medida podría ser utilizada de manera arbitraria para perseguir a opositores políticos o activistas sin tener que rendir cuentas ante un juez.

Por otro lado, defensores de la reforma señalan que estas medidas son necesarias para combatir el crimen organizado y garantizar la seguridad nacional. Argumentan que en muchas ocasiones la obtención de una orden judicial previa puede ser un proceso largo y burocrático que dificulta la labor de las autoridades para investigar y prevenir delitos.

Sin embargo, quienes se oponen a esta reforma consideran que existen otras formas de combatir la delincuencia sin tener que recurrir a medidas tan drásticas que ponen en riesgo los derechos individuales de los ciudadanos. Además, critican la falta de transparencia en la elaboración de esta reforma y la ausencia de un debate público sobre sus implicaciones.

En conclusión, la posibilidad de que la Policía pueda solicitar información telefónica y congelar cuentas bancarias sin orden judicial representa un grave riesgo para la privacidad y los derechos individuales de los ciudadanos. Es importante que se establezcan salvaguardas y mecanismos de control para evitar posibles abusos y asegurar que estas medidas se utilicen de manera justa y proporcional en la lucha contra la delincuencia.