Más del 70% de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) en Nicaragua han sido eliminadas por la dictadura que actualmente gobierna el país. Esta alarmante cifra revela el grave deterioro de la sociedad civil nicaragüense bajo el régimen represivo de Daniel Ortega.

Desde que estallaron las protestas antigubernamentales en abril de 2018, el gobierno de Ortega ha llevado a cabo una brutal represión contra la oposición y la sociedad civil. Muchas ONGs han sido objeto de acoso, intimidación y persecución por parte de las autoridades, lo que ha llevado a la desaparición de más del 70% de ellas en los últimos años.

Estas organizaciones desempeñaban un papel crucial en la defensa de los derechos humanos, la promoción de la democracia y la asistencia a los más vulnerables en Nicaragua. Sin embargo, su desaparición ha dejado un vacío en la sociedad civil y ha debilitado la capacidad de la ciudadanía para organizarse y resistir el autoritarismo.

La represión del gobierno de Ortega ha tenido un impacto devastador en la sociedad nicaragüense, que ha visto cómo se aplastan las libertades civiles y se violan los derechos humanos de forma sistemática. La persecución de las ONGs es solo una muestra más de la brutalidad de un régimen que no duda en utilizar la fuerza para mantenerse en el poder.

Ante esta situación, es necesario que la comunidad internacional tome medidas para detener la represión en Nicaragua y proteger a las organizaciones de la sociedad civil que luchan por la democracia y los derechos humanos. Es fundamental que se haga justicia por las violaciones cometidas y se garantice la libertad de expresión y asociación en el país.

Nicaragua necesita urgentemente un cambio de rumbo que permita restaurar las instituciones democráticas y el respeto a los derechos humanos. Mientras tanto, la sociedad civil nicaragüense sigue resistiendo y luchando por una Nicaragua libre y justa, a pesar de la represión y la persecución que enfrenta.