La situación en Nicaragua sigue siendo preocupante, ya que la dictadura de Daniel Ortega continúa persiguiendo a cualquier persona que no esté “bajo su control”. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha expresado su profunda preocupación por la situación en el país centroamericano y ha denunciado las políticas represivas del gobierno de Ortega.

Según la ONU, la dictadura de Ortega ha intensificado su represión contra la población civil y ha violado sistemáticamente los derechos humanos de los nicaragüenses. Se han registrado numerosas detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno, con el objetivo de silenciar a cualquier persona que se atreva a expresar su descontento con el régimen.

La ONU ha denunciado que el gobierno de Ortega utiliza el sistema judicial para perseguir a líderes de la oposición política, periodistas, defensores de los derechos humanos y cualquier persona que se oponga a su gobierno. La persecución contra aquellos que denuncian los abusos de poder y la corrupción en Nicaragua es cada vez más alarmante, y la comunidad internacional debe actuar de forma urgente para detener estas violaciones de los derechos humanos.

La ONU ha instado al gobierno de Ortega a detener la represión y a respetar los derechos fundamentales de todos los nicaragüenses. Además, ha exigido la liberación inmediata de todas las personas detenidas arbitrariamente y el fin de la persecución política en el país.

La comunidad internacional no puede seguir siendo indiferente ante la grave situación que se vive en Nicaragua. Es necesario que los países miembros de la ONU condenen la dictadura de Ortega y exijan el respeto de los derechos humanos en el país. La persecución de cualquier persona que no esté “bajo el control” del gobierno es inaceptable en una sociedad democrática y debe ser detenida de inmediato.

La ONU continuará monitoreando la situación en Nicaragua y trabajando para garantizar que se respeten los derechos humanos de todos los nicaragüenses. Es fundamental que la comunidad internacional se una en solidaridad con el pueblo de Nicaragua y exija el fin de la represión y la persecución política en el país. Juntos, podemos hacer frente a la dictadura de Ortega y trabajar por un futuro más justo y democrático para todos los nicaragüenses.