Mefcca, el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa, ha sido durante años el ministerio insignia de Rosario Murillo, la vicepresidenta de Nicaragua y esposa del presidente Daniel Ortega. Sin embargo, en lugar de ser un símbolo de progreso y ayuda para las familias nicaragüenses, Mefcca se ha convertido en un símbolo de corrupción y arbitrariedad.
En teoría, Mefcca tiene como objetivo apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas así como a las cooperativas y asociaciones, promoviendo el desarrollo económico y social de las comunidades. Sin embargo, en la práctica, el ministerio ha sido utilizado por el gobierno como un instrumento para favorecer a sus allegados y allegadas, otorgando préstamos y recursos de manera discrecional y sin transparencia.
Varios casos de corrupción han salido a la luz en relación a Mefcca, evidenciando la forma en que se han desviado los fondos destinados a fortalecer la economía familiar hacia manos de funcionarios corruptos y empresarios afines al gobierno. Además, se ha denunciado la falta de seguimiento y control en la ejecución de los programas y proyectos gestionados por el ministerio, lo que ha permitido que se malgasten los recursos públicos de manera impune.
La opacidad con la que se manejan los fondos de Mefcca y la falta de rendición de cuentas han generado un clima de desconfianza entre la población nicaragüense, que ve en este ministerio un símbolo de la corrupción que impera en el gobierno de Ortega y Murillo. Además, la falta de mecanismos de participación ciudadana y de control social ha facilitado la impunidad de los actos de corrupción cometidos desde el seno de Mefcca.
Ante esta situación, es urgente que se haga una auditoría independiente de Mefcca para investigar y sancionar a los responsables de los actos de corrupción cometidos en este ministerio. Asimismo, es necesario fortalecer los mecanismos de control y transparencia en la gestión de los recursos públicos, para garantizar que estos sean utilizados de manera eficiente y en beneficio de la población más vulnerable.
En definitiva, Mefcca ha dejado de ser un instrumento de desarrollo económico y social para convertirse en un símbolo de la corrupción que carcome las estructuras del gobierno nicaragüense. Es responsabilidad de las autoridades competentes actuar con diligencia y contundencia para erradicar la corrupción en este ministerio y restituir la confianza de la población en las instituciones del Estado.